Por Teodoro Rentería Arróyave

Para jueves 21 de septiembre de 2017

 

PRIMERA PARTE

 

El llamado “Terremoto del Ángel” de 1957, el “del 85”, el “del Sureste de México” y el de este miércoles que aún no le dan nombre, aunque lo llamaríamos “el de los niños”, en memoria de los pequeños que perdieron la vida en su Colegio, tienen coincidencias dolorosas.

 

En este mes de septiembre de 2017, el autor está cumpliendo 61 años de reportero, por tanto ha sido testigo y protagonista en cuanto al trabajo periodístico, de estos amargos movimientos que sobre todo han golpeado a la ciudad capital de todos los mexicanos.

 

A los 60 años del terremoto del 57, nos golpean dos: el del 7 y el de este miércoles del mes patrio; y en coincidencia con el del 85, los anteriores a 32 años de distancia en el mismo septiembre y en relación con el último, exacto en el día 19 del noveno mes.

 

Cumplía un año 2 meses de reportero profesional en la primera redacción periodística radiofónica que se constituyó en el país, para ese entonces ya le llamaban Noticieros XEDF-XEB. Para la cobertura de la fuente policíaca, estaba dividida en dos turnos: la primera que me correspondía se iniciaba a las 4:00 horas y terminaba a las 12:00. Por tanto el despertador estaba marcado a las 3 de la madrugada.

 

Eran las 2.45 cuando el terremoto se adelantó a las campanillas del reloj. Eran tiempos en que los reporteros vestíamos de traje y corbata. Ese día como pude me levante y me vestí y salí de casa para abordar la Patrulla Informativa un Ford modelo 57 con torreta y sirena, y más importante, con equipo de control remoto. Colapsadas las líneas telefónicas fuimos los únicos que transmitimos “desde el lugar mismo de los hechos”.

 

Dicen los historiadores: La caída del Ángel de la Independencia, el emblemático monumento nacional de México, permanece en la memoria colectiva de los mexicanos como el recuerdo más persistente del sismo que hace 60 años, el 28 de julio de 1957, sacudió a la capital del país.

 

Fue Domingo el 28 de julio de 1957. El movimiento telúrico alcanzó una magnitud de 7.7, aunque el Servicio Geológico de los Estados Unidos lo registró como un sismo de magnitud 7,9. Su epicentro se ubicó cerca del puerto de Acapulco, en la costa del estado de Guerrero.

 

La zona centro de la República Mexicana fue la más afectada, en especial la Ciudad de México, como en los tres subsecuentes, dejando un saldo de 700 muertos y 2500 heridos.​

 

La Torre Latinoamericana, construida un año antes en el centro de la ciudad, ganó prestigio a nivel mundial cuando resistió este fuerte terremoto y los que han seguido, gracias a su construcción con estructura de acero y gatos hidráulicos.

 

Por ahora el deseo de todos en que ya no suba la lista de víctimas mortales. Al cierre de esta entrega se nos informa oficialmente de 239 muertos, entre ellos los 21 niños que quedaron atrapados en su Colegio de Coapa. Y también muy importante que sigan los salvamentos con vida de los atrapados, como dos niños y una niña que fueron ubicados vivos bajo los escombros del Colegio Enrique Rebsamen por esos héroes anónimos, llamados rescatistas. CONTINUARÁ.

 

Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodoro@libertas.com.mx, teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx